Las acequias de careo filtraban el agua del deshielo montaña abajo para tener agua enverado

Acequias de careo, soluciones basadas en la naturaleza desde hace 1.000 años

Juan Villanueva

17 Junio 2022

En un contexto de crisis climática, los signos de desertificación y sequía son claros en España. Según MITECO, el 74% del país está en riesgo de desertificación por razones climáticas y no porque llueva menos. En su cómputo total la diferencia no es remarcable, pero sí lo es que lo haga con mayor intensidad y en menor espacio de tiempo. En el día Internacional de la Sequía y Desertificación recordamos un sistema gestión y administración del agua con más de 1.000 años: Las acequias de careo.
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Al sur de Andalucía está Sierra Nevada, una escarpada cordillera donde se encuentra el Mulhacén, el pico más alto de la península de 3479 metros de altitud. Allí, desde el siglo VIII vivían los musulmanes que desarrollaron un red de canales y presas que les permitían gestionar los recursos hídricos de la montaña a través de las llamadas acequias de careo. Lo que hacen literalmente es recoger el agua del deshielo a través de canaletas cavadas en la roca y filtrarlas a través de la montaña para que salga más abajo por bocas de agua. 

 

Lo que se hace es retener el agua en las laderas el máximo tiempo posible para retrasar su salida y tener caudal en verano. “Como dicen los labradores, entretienen el agua”, nos cuenta el profesor de Historia y Arqueología Medieval de la Universidad de Granada, Jose María Civantos. “Es un sistema enormemente original y sofisticado, ideado y construido por la gente del campo”, comenta Civantos.

Las acequias de careo eran soluciones basadas en la naturaleza para la administración y gestión del aguaó
Ilustración de la acequia Paterna del Rio -Consejería de Agricultura, Junta de Andalucía

Se cree que pudieron haber antecedentes romanos de este tipo de regadío, pero lo que trajeron los árabes fue el modo de administración del agua. El derecho al agua no estaba unido al propietario sino a la tierra, y los campesinos se agrupaban en comunidades de regantes para consensuar el riego.

La gestión del agua y el mantenimiento de los canales y los depósitos de agua era comunal. Tradicionalmente cada propietario tenía que acudir a las tareas de limpieza que se hacían cada año o contratar a alguien que acudiera en su lugar. En cierto modo, esto ayudaba a formar comunidad. Por desgracia, Civantos lamenta: “Actualmente esto se ha ido perdiendo, como parte de los procesos de cambio cultural y social y de pérdida del sentido comunitario”. 

Esquema de las partes de una acequia de careo
Esquema de las partes de una acequia de careo - Consejería de Agricultura, Junta de Andalucía

El valor hoy de las acequias

Aunque no hay datos exactos, el laboratorio MEMOlab al que pertenece Civantos calcula que entre Granada y Almería hay unas 550 comunidades y más de 90.000 regantes que mueven el agua a través de unos 24.000 km de acequia. En 2014, MEMOlab comenzó un programa de recuperación y limpieza de las acequias de careo junto a las comunidades de regantes.

Las acequias de careo favorecen una serie de beneficios ecosistémicos que no se reconocen por la sociedad ni por la administración. “Son corredores ecológicos y son también infraestructuras verdes y azules. Son ejemplos de las primeras Soluciones Basadas en la Naturaleza que tan de moda están ahora en el mundo anglosajón”. Estos sistemas históricos de regadíos generan una gran biodiversidad ya que hacen de abrevadero para animales y la extensión de la humedad ayuda a la expansión vegetal. Además, los canales hacen de cortafuegos.

Las acequias de careo tienen una ser ie de beficios ecosistémicos que no se reconocen
Acequia de Belvís - Consejería de Agricultura, Junta de Andalucía

El cambio climático nos afecta a todos, y especialmente a los que trabajan en el campo con la naturaleza. Sin embargo, actualmente el principal problema es el cambio del uso del suelo, “principalmente la intensificación y la industrialización de la agricultura”, se queja Civantos. Él mencionaba la sobreexplotación de acuíferos como principal responsable de la desecación de muchos manantiales y arroyos. “Estamos drenando la humedad del suelo y matándolos de sed y contaminándolos con los químicos de la agricultura”. 

Sin acequias no hay agricultura. Podrán en muchos casos ser sustituidas por sistemas de regadío a presión y una agricultura industrial orientada a la producción y exportación masiva con impactos negativos ambientales, culturales y sociales. Las acequias han demostrado ser enormemente sostenibles y resilientes a lo largo de generaciones. Ha generado paisajes llenos de valores que son clave para asegurar nuestro pasado y garantizar nuestro futuro.