El método más común para viajar en Europa es el avión, y la verdad, no podemos culpar a nadie: Es rápido, llegas cualquier capital europea y es ridículamente barato. Pero no es fácil hacer un vuelo sostenible. En 2019 el movimiento sueco Flygritt (Libre de vuelos) recogió 26,000 firmas de gente que dejaría de volar.
Ahora que el verano vuelve, la plataforma británica Flight Free UK ha retomado la iniciativa –Hasta ahora llevan 4,203– La firma puede ser sólo por motivo de vacaciones, para lo que queda de año, o para toda la vida, y por supuesto puede firmar gente de todo el mundo. El grupo quiere generar un cambio social y reducir los vuelos en un contexto de crisis climática. La directora de campaña Anna Hughes dice “Reducir los vuelos es una forma rápida y sencilla de reducir nuestra emisión de carbono”.
Anna recuerda que su último viaje fue en 2009. “Para viajes de un fin de semana podemos viajar a lugares cercanos. Hay fantásticas ciudades y playas aquí cerca (De Reino Unido) que hacen una perfecta escapada de fin de semana”.
“Para algo más largo es posible ir a países europeos como Francia, Alemania o países bajos en ferries y trenes nocturnos”.